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martes, 6 de julio de 2010

La aproximación del Ramadán



La aproximación del Ramadán[1].



Por: el Sheik Abdullah Ibn Salih al-Fawzan.

Tomado de: http://www.troid.org


Abu Hurairah reportó que el Mensajero de Alláh (salallahu ´alaihi wa sallam) dijo: “El Ramadán ha venido a ustedes, un bendito mes. Alláh ha hecho obligatorio sobre ustedes su ayuno. En ello, las puertas del cielo están abiertas, las puertas del infierno están cerradas y los malvados demonios están encadenados. A Alláh pertenece una noche en ello, la cual es mejor que mil meses. Quienquiera sea impedido de su bien, entonces él ha sido privado”[2].



Este hadith es una buena noticia para los rectos sirvientes de Alláh, de la venida del bendito mes del Ramadán. El Profeta (salallahu ´alaihi wa sallam) informó a sus compañeros de su venida y esto no fue solo una simple difusión de noticias. Más bien, su intención era darles las buenas noticias de un tiempo magnificente del año, para que así la gente recta quienes son rápidos para hacer (buenos) actos, pueda darle su debida estimación. Esto es porque el Profeta (salallahu ´alaihu wa sallam) explicó en ello (el hadith) que Alláh ha preparado para sus sirvientes de entre las vías hacia el ganar perdón y Su contento y ellas son muchas vías. Así que quienquiera que tenga una evasión del perdón de él durante el mes de Ramadán, entonces él ha sido privado con la más alta privación.



De entre los más grandes favores y bondades que Alláh ha conferido sobre sus sirvientes es que Él ha preparado para ellos ocasiones meritorias para que así ellas puedan servir de prueba para aquellos quienes lo obedecen a Él y una carrera para aquellos quienes corren para competir (por buenos actos). Estas ocasiones meritorias son tiempos para cumplir las esperanzas por esforzarse en la obediencia y rectificar los defectos y deficiencias por la auto rectificación y el arrepentimiento. No hay una sola ocasión de estos virtuosos tiempos, excepto que Alláh haya asignado en ello trabajos de obediencia, por los cuales uno pueda acercarse a Él. Y Alláh posee las cosas más hermosas como regalos, los cuales Él confiere sobre quienquiera que Él desee por su Gracia y Misericordia.



Así que aquel quien logra la verdadera felicidad es aquel quien toma ventaja de estos meses, días y horas virtuosos y se acerca a Su Guardián en ellos, por hacer lo que está prescriben ellos de entre los actos de obediencia.



Así, quizá él será mostrado con una de las muchas bendiciones de aquellas ocasiones y ser ayudado por ellas, con una asistencia que lo salva del Fuego y lo que contenga; tal como su calor ardiente[3].



Ser capaz de alcanzar el Ramadán es una magnificente bondad por sí mismo, conferida sobre aquel quien lo alcanza y se levanta para esta ocasión, al levantarse en oración durante sus noches y ayunando durante sus días. En ello (el Ramadán) él retorna a su Protector; se aleja de desobedecerlo para obedecerlo a Él, de ser negligente hacia Él, para recordarlo a Él, de mantenerse distante de Él para volverse hacia Él en arrepentimiento sumiso.



Un musulmán debe ser consciente de esta bondad y reconocer su magnitud. Porque efectivamente, mucha gente está impedida de ayunar, ya sea porque ellos mueren antes de alcanzar (el Ramadán) o ellos no son capaces de observarlo o porque ellos se oponen y se alejan de ello. Así, aquel quien ayuna debe dar alabanza a su Señor por esta bondad y debería dar la bienvenida a este mes con el gozo y la alegría que un magnificente tiempo del año sobresale de todas las ocasiones para llevar a cabo la obediencia es bienvenido. Él debería esforzarse a sí mismo profundamente en hacer buenos hechos. Y él debería invocar a Alláh para que le garantice el ayunar y levantarse en oración nocturna y que Él lo provea con seriedad, entusiasmo, fuerza y energía en ese mes. Y que Él lo despertara del adormecimiento descuidado, para que así él pueda tomar ventaja de estos virtuosos tiempos de bien.



Es desafortunado encontrar que mucha gente no conoce el valor de esta virtuosa ocasión, ni ellos consideran que sea sagrado. Así que el mes de Ramadán ya no se considera un mes significativo para la obediencia, adoración, recitación del Corán, dar caridad y hacer remembranza de Alláh. Más bien, para alguna gente se vuelve un tiempo significativo para ellos, para diversificar sus comidas y bebidas y para preparar diferentes tipos de platillos antes de que el mes comience. Alguna otra gente no conoce el Ramadán excepto como un mes de adormecimiento y constante recurrir a las reuniones, mientras se duerme durante el día. Esto es hasta el punto de que algunos de entre ellos duermen pasado el tiempo de las oraciones obligatorias, así no rezándolas en congregación o en los tiempos apropiados. Otra gente no conoce el Ramadán excepto como un tiempo significativo para conducirse con asuntos mundanos, no como una tiempo significativo para conducirse con asuntos de la Otra Vida. Así que ellos trabajan afanosamente en ello, comprando y vendiendo, y así ellos se quedan en las áreas del mercado consecuentemente abandonando las Masyids y cuando ellos rezan con la gente, ellos lo hacen de una manera apurada. Esto es porque ellos encuentran su placer en los lugares del mercado. Esto es el extremo que las nociones y puntos de vista (del Ramadán) han sido cambiadas.



Algunos de los Salaf han acostumbrado decir: “Efectivamente Alláh, el Más Alto, ha hecho el mes de Ramadán como una competición para Sus criaturas, en la cual ellos pueden competir con otro hacia Su placer, por medio de obedecerlo a Él. Así, el grupo viene primero y así ellos prosperan y otro grupo viene al final y así ellos fallan”[4].



También, el individuo que no sabe si este es quizá el último Ramadán que él verá en su vida, si él lo completa, cuantos hombre mujeres y niños han ayunado con nosotros el año pasado y ahora ellos yacen ahora enterrados en las profundidades de la tierra, dependiendo de sus buenos hechos, y ellos esperaban ayunar por muchos más meses de Ramadán. Similarmente, nosotros deberíamos seguir su vía. Por lo tanto es sobre los musulmanes el regocijarse en esta ocasión magnificente para la obediencia. Y él no debería renunciar a ello, sino en vez de ellos, ocuparse a sí mismo con lo que lo beneficiará y que causará que su efecto permanezca. Porque qué más es esto sino días numerados en los cuales es ayunado en sucesión y los cuales terminan rápidamente.



Que Alláh nos haga a nosotros, tanto como a ustedes, de entre aquellos quienes están más adelantados en obtener buenos hechos.



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[1] Lo siguiente es tomado de Ahadithus-Siyam: Ahkam wa Adab (páginas 13 a 15).

[2] Este Hadith es reportado por Ahmad y An-Nasai; ver la revisión de Ahmad Shakir del Musnad (no. 7148) y Sahih Targhib wat Tarhib de Al-Albani (1490), tanto como Tamam-ul-Manah (395).

[3] Estas son las palabras de Ibn Rayab en Lataif-ul-Marif, página 8.

[4] Lataif-ul-Marif, de Ibn Rayab página 246.


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